Cuando el maestro Jedi Koota-Mis llegó a Cathar se encontró con una sorpresa. Había ido porque un grupo de trandoshanos había asaltado la ciudad arbórea de Vont Vul. Su objetivo: Las hembras catharas, las gráciles y altivas felinas que tan bien sirven como esclavas en los hogares de los nobles de los planetas del núcleo.
30 trandoshanos armados con fusiles bláster pesados modificados por ellos apoyados por una cañonera, asaltaron la ciudad de Vont Vul durante la noche. El objetivo era claro: Eliminar a los varones, secuestrar a las mujeres y dejar a los niños. Esa noche, esa fatídica noche, la luna emergió roja, en cuarto creciente y con las puntas hacia abajo, enfadada, un claro preludio de lo que iba a acontecer. Los trandoshanos entraron casa por casa y sin compasión ametrallaron a padres y secuestraron a madres mientras las crías catharas lloraban en sus habitaciones o en el quicio de la puerta de la habitación de sus padres mientras sonrisas afiladas se reían de ellos.
La noche de la luna ensangrentada no había terminado, los trandoshanos se hicieron con un jugoso "botín" y pretendían probar suerte en un poblado cercano esa misma noche pero no sabían que alguien iba a liderar a un grupo de resistencia para vengarse, Rumun Hannenbaum, apenas con 7 años reunió a los asustado niños del poblado y frente a las escalas del poblado arbóreo recitó estas palabras:
-Camaradas catharos, hoy la luna ha enrojecido de rabia ante lo que ha pasado, hoy hemos sido víctimas de un ataque sin precedentes, hoy hemos perdido a nuestros padres, han matado a nuestros padres y han secuestrado a nuestras madres y con ello han matado nuestra inocencia y han secuestrado nuestra infancia. Pero hoy nos convertiremos en héroes, hoy el ejército de los hijos de la luna enfurecida marchará para vengarse- y con un cuchillo, se hirieron en el pecho, haciendo una "C" en el que se representaba la luna enfurecida.
Los próximos en ser atacados iban a ser los hombres y mujeres de Vantul, la luna se mostraba en lo alto en cuarto creciente, como antes, pero el astro que le daba sombra había pasado en su totalidad y ahora se mostraba con las puntas hacia arriba, mostrando una sonrisa sardónica a sabiendas de lo que iba a suceder. La cañonera ascendió para dar apoyo aéreo a sus compañeros, pero una dotación de 4 trandoshanos no eran rival para diez niños armados con afilados cuchillos, para cuando se dieron cuenta, los blásters automáticos escupían fuego y muerte sobre los trandoshanos, el ruido de la batalla despertó a la manada de catharos que dormían y fueron a interceptar al grupo de asalto trandoshano, pero poco llegaron a hacer, los hijos de la luna enfurecida ya estaban degollando a los heridos que permanecían tumbados moribundos tras las ráfagas de la cañonera.
El resto de la historia, es harto conocido, las mujeres fueron salvadas, pero no hubo celebración, el ejército de los hijos de la luna enfurecida se disolvió para convertirse otra vez en chiquillos asustados que corrieron a llorar la muerte de sus padres en las faldas de sus madres, todos excepto Rumun que también había perdido a su madre. Es obvio que no iba a ser dejado de lado, iba a ser considerado como un héroe en su ciudad, pero el destino le reservaba un billete mejor. Koota-Mis llegó a su casa con bastante preocupación, había averiguado lo que había pasado y cuando comprobó el nivel de sus midicronianos supo que tenía razón, era sensible a la fuerza. Pero eso era un peligro en potencia, un niño con tanto peso a sus espaldas con tan poca edad y ese poder podía llegar a convertirse en un peligro, debía llevarlo al consejo jedi y entrenarlo como padawan para servir a la república. 12 años después, ya con 19 años, Koota-Mis y Rumun viajan a Geonosis ante la llamada de rescate de dos jedis.
Cuando el maestro Jedi Koota-Mis llegó a Cathar se encontró con una sorpresa. Había ido porque un grupo de trandoshanos había asaltado la ciudad arbórea de Vont Vul. Su objetivo: Las hembras catharas, las gráciles y altivas felinas que tan bien sirven como esclavas en los hogares de los nobles de los planetas del núcleo.
ResponderEliminar30 trandoshanos armados con fusiles bláster pesados modificados por ellos apoyados por una cañonera, asaltaron la ciudad de Vont Vul durante la noche. El objetivo era claro: Eliminar a los varones, secuestrar a las mujeres y dejar a los niños. Esa noche, esa fatídica noche, la luna emergió roja, en cuarto creciente y con las puntas hacia abajo, enfadada, un claro preludio de lo que iba a acontecer. Los trandoshanos entraron casa por casa y sin compasión ametrallaron a padres y secuestraron a madres mientras las crías catharas lloraban en sus habitaciones o en el quicio de la puerta de la habitación de sus padres mientras sonrisas afiladas se reían de ellos.
La noche de la luna ensangrentada no había terminado, los trandoshanos se hicieron con un jugoso "botín" y pretendían probar suerte en un poblado cercano esa misma noche pero no sabían que alguien iba a liderar a un grupo de resistencia para vengarse, Rumun Hannenbaum, apenas con 7 años reunió a los asustado niños del poblado y frente a las escalas del poblado arbóreo recitó estas palabras:
-Camaradas catharos, hoy la luna ha enrojecido de rabia ante lo que ha pasado, hoy hemos sido víctimas de un ataque sin precedentes, hoy hemos perdido a nuestros padres, han matado a nuestros padres y han secuestrado a nuestras madres y con ello han matado nuestra inocencia y han secuestrado nuestra infancia. Pero hoy nos convertiremos en héroes, hoy el ejército de los hijos de la luna enfurecida marchará para vengarse- y con un cuchillo, se hirieron en el pecho, haciendo una "C" en el que se representaba la luna enfurecida.
Los próximos en ser atacados iban a ser los hombres y mujeres de Vantul, la luna se mostraba en lo alto en cuarto creciente, como antes, pero el astro que le daba sombra había pasado en su totalidad y ahora se mostraba con las puntas hacia arriba, mostrando una sonrisa sardónica a sabiendas de lo que iba a suceder. La cañonera ascendió para dar apoyo aéreo a sus compañeros, pero una dotación de 4 trandoshanos no eran rival para diez niños armados con afilados cuchillos, para cuando se dieron cuenta, los blásters automáticos escupían fuego y muerte sobre los trandoshanos, el ruido de la batalla despertó a la manada de catharos que dormían y fueron a interceptar al grupo de asalto trandoshano, pero poco llegaron a hacer, los hijos de la luna enfurecida ya estaban degollando a los heridos que permanecían tumbados moribundos tras las ráfagas de la cañonera.
El resto de la historia, es harto conocido, las mujeres fueron salvadas, pero no hubo celebración, el ejército de los hijos de la luna enfurecida se disolvió para convertirse otra vez en chiquillos asustados que corrieron a llorar la muerte de sus padres en las faldas de sus madres, todos excepto Rumun que también había perdido a su madre. Es obvio que no iba a ser dejado de lado, iba a ser considerado como un héroe en su ciudad, pero el destino le reservaba un billete mejor. Koota-Mis llegó a su casa con bastante preocupación, había averiguado lo que había pasado y cuando comprobó el nivel de sus midicronianos supo que tenía razón, era sensible a la fuerza. Pero eso era un peligro en potencia, un niño con tanto peso a sus espaldas con tan poca edad y ese poder podía llegar a convertirse en un peligro, debía llevarlo al consejo jedi y entrenarlo como padawan para servir a la república. 12 años después, ya con 19 años, Koota-Mis y Rumun viajan a Geonosis ante la llamada de rescate de dos jedis.
Fusil bláster trandoshano: 3D10+2 de daño
ResponderEliminarEs posible que consideres que tengo un punto del lado oscuro, señor director de juego